Dice la Ley de Municipalidades, que todos los alcaldes de Chile deben rendir una cuenta pública a la ciudadanía, a mas tardar el último día del mes de abril de cada año; tal reunión es una cita donde el edil tiene la oportunidad de entregar el balance anual de su gestión, haciéndose acompañar del Concejo Municipal (que asiste porque es también una reunión de concejo) quienes reciben, junto a las fuerzas vivas de la comuna, un detalle pormenorizado de los actos del edil.
La cuenta pública es la única oportunidad en el año para tener en las manos el resumen de la gestión y es también la oportunidad para ver reunida a toda la comunidad local en una ceremonia que generalmente concluye con alcalde y el concejo tomándose fotos con los ciudadanos y a veces un pequeño cóctel de agasajo por el año de gestión que en lo concerniente a lo legal a concluido y comienza otro.
Un cambio de folio que lamentablemente hace ya 1 año ha tenido que ser virtual debido a la pandemia del Coronavirus y que en lo que corresponde al presente periodo, llegó en un momento muy especial para Pezoa, pues y gracias a los cambios decretados por el gobierno de Sebastian Piñera, el tiempo en el poder de todos los alcaldes de Chile se extendió por cinco meses mas (debieron irse en diciembre de 2020) alargando, en el caso de nuestro alcalde, una agonía que lo tuvo muy mal, pues él esperaba que en este que podría haber sido su cuarto periodo consecutivo, (todos lo daban como ganador seguro) coronaría los 12 años de gestión iniciales con las obras de mayor envergadura en el Cajón del Maipo en los último 50 años. Y no es una exageración decirlo, pues la historia de la comuna así lo indica, superando lejos a los periodos de Adriana Gaete, Miguel Márquez y Víctor Cáceres.
Esta última cuenta pública fue muy especial entonces, pues primero dejó claro que el año anterior fue el peor en materia financiera que ha tenido el Cajón del Maipo desde que asumió como alcalde el año 2008, dejando claro que el panorama que deberá enfrentar su sucesor será muy complejo, en todo el sentido de la palabra, aunque si bien es cierto aseguró que a duras penas están con las cuentas al día, en las arcas municipales hay una escasez digna de un franciscano.
De la cuenta pública en si misma, si usted amigo lector gusta de leer cifras y números, mejor le recomendamos que vaya a la pagina web del Municipio y la descargue de ahí, nosotros en cambio queremos dejar en el recuerdo una despedida que en su tránsito fue de menos a mas, pues partió con un detalle de sus logros y terminó con un emocionado Luis Pezoa, casi al borde de las lágrimas, despidiéndose de cada uno de los concejales, a quienes les agradeció haberlos tenido de colegas, amigos y en el caso de uno de ellos solo de rival político.
Doce años y medio que llegan a su fin, toda una era que concluye con el único alcalde en la historia del Cajón del Maipo que nunca perdió una elección…
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